Normas básicas de seguridad para niños en  que deberíamos seguir para evitar los riesgos de internet.

Cada vez que en los informativos aparece una mala noticia relacionada con internet (fraudes, ciberacoso, intercambio de archivos de pornografía infantil...), siempre aparece mi padre con la misma cantinela: "¡Vaya invento el internet, ahí está todo lo peor!" y puede que no se equivoque. Como en todos lados, es cierto que en internet hay cosas muy malas en general, pero pienso que las bondades que nos ofrece supera con creces los riesgos que corremos al utilizarlo.

La diferenciación de estas posturas, se basa en la cultura tecnológica y en la forma en que nos hemos relacionado con ella a lo largo de nuestra vida. Lo más probable es que nuestros padres no sean unos avezados usuarios en internet. La mayoría de personas de nuestra generación (yo tengo 33 años), el que más o el que menos sabemos utilizar una red social, hacer una compra online, registrarse en un blog para comentar... La diferenciación llega con los hijos, los jóvenes, niños y niñas nacidos y criados con internet, los llamados "tecnológicamente nativos o nativos tecnológicos".

Es muy posible que los "nativos tecnológicos" hayan asumido desde muy pequeños unas malas pautas a la hora de usar internet, entre otras cosas porque han crecido navegando en la web sin que padres o abuelos hayan sabido marcarles unas correctas directrices en el uso de internet.

Con este artículo quiero marcar unos puntos básicos y unos consejos para asentar las bases mínimas, que deberíamos tener en cuenta, para que nuestros hij@s hagan un uso responsable de internet:

• Para mí, éste es el punto más importante. Hacer partícipe, desde lo más pronto posible, al niño o niña de la responsabilidad que tienen ellos mismos en su propia seguridad. Al igual que desde pequeños se les enseña a no cruzar la calzada cuando el semáforo está en rojo, se les puede enseñar a no entrar en ciertas webs, no enviar fotografías a personas conocidas recientemente, no enviar e-mails... Una adecuada educación desde temprana edad asienta las bases para evitar riesgos futuros.
• La navegación por internet por parte de un/a menor, siempre debe de hacerse en presencia de un adulto que pueda vigilar sus acciones, intentando no entrometerse demasiado en su privacidad. Por supuesto, para los más jóvenes estaría altamente desaconsejado hacer uso de internet en su propia habitación, tanto en uso de ordenador como dispositivo móvil.
• Los menores no deberían tener acceso a una webcam. En la necesidad imperiosa de hacerlo, siempre en presencia del adulto. Y tanto para jóvenes como para adultos, se debe de desconectar la webcam o tapar su objetivo para evitar que algún hacker pueda tener acceso a su emisión en vivo, cuando no se esté usando en alguna videoconferencia.
• Se debe enseñar a los menores que claves y contraseñas no deben de compartirse nunca, ni enviarse por correos electrónicos o diálogos en chats.
• Activar el proceso de Control Parental que tienen los Sistemas Operativos para evitar la visita a portales web de dudosa credibilidad o temáticas inadecuadas.
• Proporcionar a los menores el uso de navegadores web especialmente indicados para estas edades. Estos navegadores especializados en contenido infantil ayudan a una navegación segura filtrando contenidos y temáticas, tiempos de uso, protegiendo los ordenadores para que no se puedan borrar archivos...
• Hay que insistirles en que no aporten datos personales en sus perfiles de redes sociales, blogs, chats... se debe de evitar la subida de fotografías personales, teléfonos móviles, dirección, etc.
• A menos que dispongan del permiso de los padres, los menores no deberían de reunirse con personas que hayan conocido recientemente en internet. Las personas falsean datos y realidades para poder tener encuentros con menores.
• Se desaconseja que un menor, aun teniendo una cuenta bancaria, pueda tener acceso a poder realizar compras por internet sin el permiso y la supervisión de un adulto.
• Siempre que se use internet fuera de casa, hay que tener en cuenta que se deben de cerrar todas las cuentas abiertas en esa sesión, así como desmarcar las casillas que recuerdan tu contraseña de forma automática.

Éstas son algunas de las reglas y normas que deberíamos seguir a pies juntillas. No son las únicas, hay muchas más y de carácter más específico. Muchas de ellas consisten en aplicar el sentido de común. Y como lo prohibido parece ser siempre más atractivo, aconsejaría primar las recomendaciones y el correcto uso de las normas antes que prohibir y castigar por un uso incorrcto de internet.